El barrio Once de Mayo es parte de Turubamba, en el sur del Distrito, en esta zona la gran mayoría de las casas cuentan con un huerto orgánico, los que son cuidados y administrados por las mujeres del sector, allí no es raro divisar en cada casa pequeños invernaderos y porciones de terrenos de los jardines sembrados con lechugas, tomates, zanahorias, cilantro, perejil, zuquini, brócoli y otras hortalizas.
La mañana de este miércoles 04 de mayo de 2016, el Secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad, Álvaro Maldonado; acompañado del Director Ejecutivo de ConQuito, Alfonso Abdo y la Responsable del proyecto de Agricultura Urbana Participativa AGRUPAR, visitaron los huertos orgánicos ubicados en el barrio 11 de Mayo.
Una comitiva integrada especialmente por las mujeres de este sector recibieron a las autoridades municipales para contarles sobre su experiencia con la agricultura orgánica, Alba Vallejo fue quien dio la bienvenida y contó su experiencia, “hace tres años un par de vecinas decidimos salir a buscar un trabajo, ambas teníamos niños pequeños y las empresas no nos contrataban, averiguando llegamos a ConQuito y nos presentaron el proyecto Agrupar, entonces decidimos emprender con un huerto orgánico, de esta manera tenemos una ocupación, podemos estar con nuestros hijos, nos alimentamos mejor y mejoramos la convivencia con las vecinas”.
Álvaro Maldonado, Secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad, indicó “estamos con una satisfacción gigantesca de ver el impacto que tienen estos huertos urbanos en la ciudad, que fortalecen la economía de los hogares y sobretodo cuenta con el liderazgo y empoderamiento de las mujeres. Un 63% de la producción sirve para el autoconsumo y el excedente se vende en las Bioferias, donde se comercializan productos 100% orgánicos”.
Indicó, también, que este tipo de proyectos son los que está acompañando y fomentando la municipalidad, “somos pioneros en el Ecuador con esta iniciativa y estamos también aportando para que este conocimiento trascienda a otras ciudades”.
En cada uno de los huertos visitados sus dueñas mostraban lo mejor de su producción, mientras los niños más pequeños las acompañaban, Alba Vallejo mencionó “ahora nuestros hijos comen bien, antes de iniciar con el proyecto teníamos bastantes problemas de desnutrición, ahora los niños están gorditos, alegres y saludables, por que comen verduras, hortalizas y frutas sanas”.
Sofía Acosta, tiene 17 años y está en el último año de colegio, su monografía la está haciendo sobre la importancia de la agricultura orgánica, “empezó mi tía y mi mami, luego nos interesamos mi hermana y yo. Este proyecto para nosotros significa un ahorro, antes íbamos al mercado a comprar hortalizas, hierbitas medicinales, verduras, ahora solo vamos para comprar arroz, pues también tenemos gallinas y cerdos que nos brindan proteínas”.
Está joven también hizo hincapié en lo efectivo del trueque “si nosotros no tenemos alguna verdura, vamos a la casa de al lado y decimos ‘vecina le cambio zanahorias por perejil o por tomate, zuquini’. Desde hace dos años yo sé cómo trabajar en un huerto. Les digo a los jóvenes que en vez de estar sentados frente a la tele o en los juegos con fichitas, ellos pueden en una botella plástica sembrar y esto servirá para ahorrar, además crecemos como personas y ayudamos a nuestra familia”.
María Vallejo recordó que “los técnicos de ConQuito vinieron al barrio para darnos la capacitación en el huerto demostrativo, también nos entregaron semillas, nos enseñaron a hacer humus; es bonito ver como la solidaridad entre nosotras ha crecido, si alguna vecina se rinde, porque es cansado el trabajo, la vamos a apoyar, esto mejora el vecindario y todos nos llevamos muy bien”, recalcó.
Tomates, brócolis, frutillas, ají rocoto, espinaca, remolachas, zanahorias y otros productos se producen en estos huertos, además realizan también la crianza de animales menores, con el abono de los cerdos, gallinas, conejos y cuyes, ellas hacen fertilizante para mejorar la tierra, cuentan también con un área de compostaje donde las lombrices hacen su labor y convierten los desperdicios en sustratos que alimentan los suelos.
Para Margarita Soledispa es un orgullo mostrar el invernadero que ganó en ConQuito, y es parte de su huerto al que llamó ‘Nutri’, “yo siempre mantengo el espacio, no dejo un solo lugar sin sembrar, planta que se cosecha se vuelve a usar el espacio para colocar otra; aquí trabajo con mi esposo y mis dos hijos, dedicamos dos días a la semana a las labores”.
Margarita comentó emocionada que su hijo de 12 años, Ronny Rogel, cuida personalmente a algunas de las plantas “el espera el tiempo necesario y nos dice yo la sembré, yo la cosecho y yo la consumo, por lo general las plantas que más cuida son las lechugas y los brócolis y con ellas se hace unas buenas ensaladas, él tiene una gran ilusión con este huerto, siempre está pendiente, no hay almuerzo que mi hijo no coma ensalada”.
Las vecinas comentaban que desde que tienen huertos ya no se preocupan por la desnutrición, pues las vitaminas las consumen directo y con lo que ahorran compramos algunas proteínas y otras frutas.
El proyecto de Agricultura Urbana está dirigido a todos quienes quieren formar parte de una propuesta innovadora para la ciudad: grupos de mujeres, adultos mayores, escuelas, colegios, centros de atención a niños menores de 5 años, centros de rehabilitación social, centros de atención a personas con discapacidad, comunidades religiosas de todo tipo, centros de acogida a niños, jóvenes y adultos en situación de vulnerabilidad, son parte de los beneficiados directos que alcanzan a 61.625, mientras que los indirectos son 108.750 personas.
AGRUPAR ha sido reconocido a nivel internacional, al ser considerada una buena práctica, entre los premios que ha alcanzado se encuentran:
· CONQUITO la mejor agencia de desarrollo Económico 2010 (por su proyecto AGRUPAR), ILS LEDA
· Quito ente las 10 ciudades más verdes de América Latina y El Caribe, 2014
· Premio Dubai 2014, Buena Práctica Ambiental
· Buena Práctica Foro Ibero Americano y de Caribe de Buenas Prácticas 2015
· Buena Práctica Pacto de Políticas Alimentarias de Milán, 2015
Además los excedentes que se producen son vendidos a través de las Bioferias, estos son espacios de comercialización donde los productores venden directamente a los consumidores, asegurando frescura y garantizando que son orgánicos.