El iQ no es solo un edificio: es una respuesta económica y social a una ciudad que busca nuevas oportunidades para su gente. Este proyecto marca el inicio de una recuperación integral para el sector de La Mariscal, una zona emblemática que hoy necesita reactivación. El centro funcionará de 8h00 a 20h00, acompañando el movimiento diario de cerca de 100.000 estudiantes que transitan el sector y devolviendo vida a una zona que, por años, fue el motor cultural del norte de la ciudad.
La historia del iQ empezó hace nueve años, cuando el Municipio de Quito, a través de la Corporación de Promoción Económica ConQuito, ganó una convocatoria de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA). Hoy, ese sueño finalmente se concreta gracias al impulso político, técnico y financiero del Municipio de Quito y el liderazgo y voluntad política del alcalde Pabel Muñoz.
Lo que antes era un edificio cerrado ahora se transforma en un ecosistema de innovación donde una panadería que quiere modernizarse, un emprendimiento que busca crecer o una EPS que busca mejorar su gestión pueden encontrar apoyo, financiamiento y herramientas reales para dar el salto.
Dentro del iQ convivirán servicios de alto impacto:
- Coworking, oficinas y salas de capacitación para emprendedores.
- Laboratorios digitales y espacios de prototipado para convertir ideas en productos.
- Realidad aumentada, experiencias interactivas y una Galería de Proyectos Innovadores
- Vinculación con redes internacionales de innovación, incluida la apertura de oportunidades con Corea del Sur.
- Financiamiento mediante el Fondo de Capital Semilla.
- Tienda Quito, espacios gastronómicos y servicios privados como Tippy Tea, que ya se suman a la segunda etapa del proyecto.
A partir del 12 de diciembre, el centro iniciará su agenda de actividades, abriendo oficialmente un nuevo capítulo para la ciudad. La Mariscal vuelve a encenderse, Quito vuelve a creer en su potencial, y el iQ se convierte en el símbolo de una capital que innova, emprende y renace.