Estudiantes de Universidad de Dartmouth desarrollaron prototipo para huertos urbanos de Quito

Cinco estudiantes de la Universidad norteamericana de Dartmouth, ubicada en Hanover, Nuevo Hampshire, Estados Unidos, desarrollaron una herramienta para mejorar la calidad del suelo de los agricultores urbanos de Quito, apoyados por el proyecto AGRUPAR de ConQuito, iniciativa a la que se sumó la Universidad San Francisco de Quito a través de la vinculación con la comunidad.

Los jóvenes realizaron su visita en el mes de junio e implementaron el prototipo para la elaboración mecánica de té de compost en un huerto de Quito.

Dartmouth Humanitarian Engineering (DHE) tiene como objetivo ofrecer soluciones de ingeniería a comunidades en todo el mundo.

El grupo de investigación del ‘té de compost’, estuvo formado por Sam Albertsen, líder de esta iniciativa, y por Alexandria Chen, Anna Dodson, Kevin Yang y Cole Douglas, miembros del proyecto. Ellos diseñaron una herramienta para ayudar a los agricultores a garantizar la calidad de su suelo.

Todos los miembros del equipo estudian ingeniería en Dartmouth, Sam (tercer año – California), estudia ingeniería mecánica con especialidad en ciencias ambientales y llevó el proyecto a DHE después de que una clase inspiró el proyecto.

Alexandria (segundo año de Texas) se está especializando en economía modificada con ingeniería y arte de estudio. Anna (segundo año de Portland) se involucró con el proyecto luego de realizar varios esfuerzos previos de ingeniería humanitaria, estudia informática e ingeniería modificada con neurociencia. Kevin (segundo año de California), estudia ingeniería ambiental y biología. Cole (segundo año de Carolina) estudia ingeniería mecánica.

Su primer contacto fue con RUAF Foundation, asociación global que trabaja sobre la agricultura urbana sostenible y sistemas alimentarios (de la que ConQuito forma parte), y ésta  estableció el vínculo con ConQuito. El equipo desarrolló  una relación de trabajo con el Proyecto de Agricultura Urbana Participativa  AGRUPAR.

En junio de 2018 el equipo viajó a Quito trayendo consigo el prototipo para investigar cómo se podría satisfacer las necesidades de los agricultores en Quito. “El objetivo de ésta investigación fue  evaluar cómo funciona la agricultura urbana, la cultura y el ambiente de Quito, así como desarrollar una sólida relación con ConQuito y la Universidad San Francisco de Quito, como colaborador del proceso a través de vinculación con la comunidad”, señaló Sam Albertsen.

El prototipo se basa en un dispositivo que se adapta mejor a huertos y jardines pequeños, se enfoca en mejorar el suelo con deficiencia de nutrientes, que ocurre a menudo en la agricultura de pequeña escala, ya que el suelo tiene menos tiempo para descansar.

“Decidimos desarrollar nuestra propuesta con la agricultura urbana, ya que está apoya a muchas personas, una gran cantidad de huertos proporcionan productos a la ciudad. Por lo tanto, se  comprende la importancia de proporcionar herramientas para ayudar a aumentar la eficiencia y el rendimiento de los huertos urbanos” dijo Sam Albertsen.

Para esto se diseñó un té de compost, un sistema de descomposición aeróbica (para la materia de la planta) esto crea una enmienda orgánica del suelo. El proceso para hacer té de compost implica empapar bolsas de compost (restos de jardín, frutas podridas, etc.) en un entorno de agua oxigenada, donde una bomba hace circular el agua para promover el crecimiento de microbios y ayuda a descomponer el compost.

La solución resultante es alta en los macro y micronutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas y también contiene microorganismos que aumentan la biodisponibilidad de los nutrientes en el té y el suelo. Todo el proceso dura 48 horas, después de lo cual la solución resultante está lista para ser aplicada a los cultivos. La tasa óptima y la cantidad de la aplicación aún están bajo investigación.

El prototipo está diseñado para funcionar continuamente y el té producido debe usarse lo antes posible. Se puede usar cualquier tipo de biomateria vegetal para producir el té, incluidas frutas, verduras, hierbas, hierbas y compost a base de plantas.

Las recomendaciones de equipo para los agricultores con parcelas más pequeñas es “regar a mano con una solución diluida 1: 1 a las plantas deseadas. Si las plantas reciben agua todos los días, recomendamos cortar el agua en esa cantidad para evitar el exceso”, dijo Alexandria Chen.

Se espera probar la eficacia del diseño para mejorar la calidad del suelo en los huertos de Quito.

El objetivo de este viaje fue recopilar información sobre los huertos de Quito para contar con información que permita mejorar los prototipos e investigaciones futuras.

Los estudiantes planean llevar a cabo un riguroso estudio de caso en el próximo año para medir cuantitativamente los efectos de esta tecnología en la calidad del suelo y los rendimientos de los cultivos, lo que proporcionará información sobre la viabilidad económica a largo plazo del proyecto y esperamos incentivar y catalizar el empleo de ésta tecnología.

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