El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito mediante la Agencia de Promoción Económica ConQuito, en coordinación con el BID-FOMIN, realizó un proceso de asistencia técnica a productores ganaderos del Noroccidente de Quito para el manejo adecuado de pastura en las parroquias Pacto, Nanegal, Nanegalito y Gualea.
El proceso de asesoría se brindó en las áreas de manejo de pasturas, mejora genética y trazabilidad en la producción de ganadería de carne.
Diego Mejía, técnico de Cadenas Productivas de ConQuito, comentó que “se intervinieron cuatro hectáreas por cada beneficiario, el primer paso fue hacer un análisis de suelos y de pastos, se identificó el tipo de fertilización que necesitaban los terrenos, y se hizo una enmienda para manejar el problema de acidez en los suelos y después se hizo una fertilización para los forrajes”.
Sobre los resultados, Mejía señaló “después de siete meses que duró el proyecto se realizó un análisis bromatológico (análisis de la calidad de pastos) para conocer la calidad de los pastos luego de la intervención, los resultados son positivos porque ha habido un incremento considerable en litros de leche y animales por hectárea que es lo que se busca en la ganadería lechera, para que sea más rentable para los productores.”
El proceso inició con la socialización y selección de los beneficiarios, una vez elegidos, los productores firmaron una carta compromiso para efectuar las recomendaciones realizadas por los técnicos. Posteriormente se realizó la entrega de insumos e iniciaron las asistencias técnicas en cada finca. Las visitas consistían en un recorrido por las hectáreas intervenidas durante el cual se evaluaba el avance y los factores que debían mejorar.
Georgina Ruales, tiene su finca de 20 hectáreas en San José de Ingapi desde hace 24 años y se ha dedicado a la producción ganadera. “Cuando el técnico de ConQuito nos informó sobre el proyecto pensamos que iba a ser bueno pero la realidad supera por mucho las expectativas. Nosotros vemos los resultados porque se nota el cambio antes no nos alcanzaba el pasto para alimentar al ganado, y nos tocaba comprar más yerba, ahora ya nos alcanza; también vemos el cambio en la producción, antes se producía 40 litros y ahora entre 50 y 55 litros. Vamos a tratar de seguir el consejo que nos han dado de reunirnos con otros productores de la zona para analizar entre nosotros cómo está la finca de cada uno para poder mejorar”.
Elier Cedeño, Ingeniero Agrónomo y técnico encargado de asesorar a los productores dijo “al principio la predisposición de los productores no fue muy buena porque veníamos a proponerles que cambiaran la manera en la que ellos estaban acostumbrados a hacer las cosas. Decidimos trabajar con los potreros más pequeños para que el productor viera el proceso y cómo su terreno cambiaba, con eso ganamos su confianza para que no tuvieran miedo a involucrarse en el proyecto”.
De su parte David Zevallos, posee una finca en la zona de Las Tolas, señaló “el proyecto con ConQuito ha sido muy lindo, los profesionales reforzaron mi decisión de trabajar más con los potreros. Por mis propios medios había empezado a implementar el manejo de estos, pero en el terreno que se trabajó con los técnicos se nota la diferencia, están mejor gracias a la corrección de suelos, por lo tanto el aporte técnico se nota”.
Durante el proceso se trató con los productores sobre la importancia del trabajo colaborativo, es así que el productor Gabriel Marroquín, de la zona de Bellavista Alta, de la parroquia Gualea, y quien es miembro de una asociación de 18 productores expresó que ha invitado a algunos de sus compañeros para que visiten su finca y vean los resultados del proceso.
“Se ve claramente la diferencia de los pastos entre los que han sido intervenidos y los que no y lo importante es que todos trabajemos para crecer juntos” señaló Gabriel Marroquín.
Sobre los resultados, Jacobo Velasco, productor de la zona, dijo que han seguido las instrucciones de los técnicos y que “como resultado estamos obteniendo terrenos bonitos, están creciendo todas las plantas y eso influye en la producción. Antes, con mis 15 vacas tenía una producción de 90 a 100 litros, ahora llega hasta 130 litros. Nos sentimos profundamente agradecidos por la asistencia que nos ha dado ConQuito.”
“El resultado más importante es que los productores aprendieron a manejar su terreno y se dieron cuenta de que en el mismo espacio pueden tener el doble o el triple de animales, podemos ver que las personas no van a invertir tanto tiempo en el pasto de corte, con el proceso que se realizó ahora las vacas solo deben ir a comer y el productor ya no debe acarrear la comida para suplementar el déficit” dijo el técnico Elier Cedeño.
Estas asistencias técnicas permiten mejorar económicamente a los pequeños ganaderos, además les devuelven tiempo para ser empleado en otras actividades, incluso familiares.